domingo, 8 de febrero de 2009

OPINION DE DIEGO ARRIA


El hecho de que nuestras capacidades de intuición son limitadas impide queindividuos, empresas y sociedades seamos capaces de advertir cuándo determinadoscontextos nos ofrecen oportunidades de cambio y hasta de transformación n,tanto en lo que corresponde a nuestras vidas personales, como en la marcha deempresas y de sociedades.


En 2002, Malcom Gladwell, con la publicación de su libro The Tipping Point(El Punto Clave: Cómo pequeñas cosas hacen una gran diferencia), vino a ayudarnos a advertir, crear y aprovechar estas oportunidades. Su libro tuvo un éxito de tal magnitud que en 2005 la revista Time lo incluyó entre los 100 personajes mas influyentes del mundo. Gladwell tomó el término Tipping Pointde la epidemiología, que lo define como el punto de ebullición, en el cual un virus alcanza una masa critica y se convierte en una epidemia ¿ Y qué sostenía Gladwell para que su libro tuviese tanta repercusión mundial? Que en determinados contextos la promoción de las ideas puede ser tan contagiosa como el virus que genera las epidemias y producir cambios tan importantes como éstas. Para que se produzca esta situación, decía Gladwell, un pequeño grupo debe promover esas ideas y llevarlas al punto de ebullición que las transform en una epidemia social incontenible.


Michael Gladwell no podía imaginar entonces que uno de sus lectores, un novely poco conocido senador norteamericano de origen africano, y con nombre árabe, aplicaría sus principios enunciados para llegar a la presidencia de la súper potencia del mundo.


Efectivamente, el senador Bara ck Hussein Obama, y un reducido grupode sus asesores advirtieron que Estados Unidos atravesaba un momento histórico que demandaba un cambio para evitar la degradación de su importancia internacional y el debilitamiento de la calidad de vida de su pueblo. En el contexto de un mundo cambiante, con una imagen nacional sumamente deteriorada, calibraron la oportunidad y se enfrentaron a lo que parecía un reto imposible: vencer a la maquinaria política mas poderosa del Partido Demócrata: la de la Bill y Hillary Clinton. La historia la conocemos ahora.


Su mensaje (el virus) alcanzó su punto de ebullición y el momentum de su campaña fue indetenible. La “Obamania” se convirtió en una epidemia global. En Venezuela los mismos principios comenzaron a ser aplicados por los estudiantes desde diciembre de 2007. Esa masa crítica sin la menor duda deberá alcanzar su punto de ebullición a partir del 15 de febrero, cuando se celebrará el referéndum inconstitucional que abusivamente presenta por segunda vez el régimen de Hugo Chávez intentando eternizarse en la presidencia con el control de todos los poderes del Estado.Un régimen militarizado e incapaz, con un pesado prontuario penal internacional asociado a las peores causas de la humanidad. Hundido en la corrupción y en el mayor desprestigio mundial que registra nuestra historia, Chávez ha creado un caldo de cultivo para crear no una epidemia, sino una pandemia.
El éxito alcanzado por el nuevo presidente de Estados Unidos aplicando losprincipios de Michael Gladwell representa un estimulo para los venezolanos. Nuestro país ofrece hoy condiciones aún mas propicias para promover acciones que hagan posible detonar una transformación n de su lamentable realidad actual. Votar NO en el referéndum nos debe llevar al tipping point. Los transmisores del virus que propagará la epidemia a favor de las libertades y de la democracia serán los estudiantes venezolanos, que no son pocos.En Venezuela los mismos principios comenzaron a ser aplicados por los estudiantes desde diciembre de 2007

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